fbpx

En qué consiste la Ley Emilia

El consumo de alcohol después de haber manejado provoca terribles consecuencias. Conoce en qué consiste la Ley Emilia y cómo pretende evitar esta situación.

En Chile, 1 de cada 10 accidentes fatales se debe a la presencia de alcohol en la conducción. Esta preocupante cifra, ha motivado que la legislación chilena implemente una serie de medidas para evitar el consumo de esta sustancia cuando se está conduciendo. En ese sentido, ¿en qué consiste la Ley Emilia? A continuación, un repaso acerca de las claves de esta importante normativa que todo conductor debe conocer.

¿En qué consiste la Ley Emilia?

El consenso científico respecto a las consecuencias de consumir alcohol es claro: visión borrosa, nociones de distancia, velocidad y peligro disminuidas, una capacidad de reacción que se reduce entre un 10% a 30% en comparación con una persona sobria, entre otras graves consecuencias.

La combinación de estos factores en un conductor puede resultar catastrófica. Una conducción a la defensiva -necesaria para reducir los niveles de peligro en la vía- requiere de un manejo atento a las condiciones externas, además del buen uso de las facultades motoras.

Por lo mismo, la prohibición de su consumo antes y durante el manejo de tu vehículo está reglamentado en la mayoría de los países. Y Chile no es la excepción. La Ley Emilia es una de estas normativas.

¿De qué se trata? Es una reforma a la Ley de Tránsito que se encuentra vigente desde el 16 de septiembre de 2014. Su promulgación nació a partir de la petición ciudadana surgida después de la muerte de la menor Emilia Silva Figueroa -de nueve meses de edad-, quien falleció producto de un impacto vehicular a manos de un conductor ebrio.

Principalmente, establece penas de cárcel a aquellos conductores en estado de ebriedad que provoquen lesiones graves gravísimas y muerte. Además, tipifica como delito el fugarse del lugar del accidente y negar la realización de alcohotest y/o alcoholemia.

Diferencia entre la Ley Emilia y Tolerancia Cero

Para entender la diferencia entre la Ley Emilia y Tolerancia Cero es necesario conocer de qué se trata esta última normativa.

En términos generales, la Ley Tolerancia Cero, que entró en vigor en marzo de 2012, disminuyó los grados de alcohol permitidos en el sistema circulatorio al momento de conducir.

El “estado de ebriedad” se establece con la presencia de 0,8 gramos por litro de sangre, y “bajo la influencia del alcohol” en 0,3 gramos por litro de sangre.

Por otro lado, aumenta las sanciones relacionadas con la suspensión de la licencia de conducir, de acuerdo con la infracción que se incurra y sus consecuencias, de un modo más estricto que la antigua legislación.

Según esta definición, la principal diferencia entre la Ley Emilia y Tolerancia Cero, consiste en lo siguiente

La Ley Emilia, sanciona con cárcel a los conductores ebrios que provoquen lesiones graves gravísimas o la muerte. Mientras que la Ley de Tolerancia Cero, reduce los gramos de alcohol permitidos en la sangre para conducir y aumenta los castigos de suspensión de la licencia de conducción.

Sanciones de la Ley Emilia

Las sanciones de la Ley Emilia son aplicadas para aquellas personas que conducen con 0,8 gramos de alcohol por litro de sangre o más (estado de ebriedad), y que provoquen accidentes de diferentes consideraciones, como:

  • Lesiones gravísimas: se establece una sanción de cárcel efectiva de al menos 1 año, con una pena que puede llegar a ser de 3 años y 1 día hasta 5 años.
  • Muerte: se establece una sanción de cárcel efectiva de 1 año como mínimo, con una pena que puede llegar a ser de 3 años y 1 día hasta 10 años. Sin embargo, para aquellos que al momento de provocar el accidente tengan la licencia cancelada o suspendida, sean conductores profesionales o hubiesen cometido reincidencia, la pena parte de los 5 años y 1 día hasta los 10 años.

Ahora bien, para el delito de “fuga” también existen distintos tipos de consideración, como:

  • Sin daños ni lesiones: multa de 3 a 7 UTM y la suspensión de la licencia por un mes.
  • Lesiones gravísimas: pena de 541 a 3 años, multa de 7 a 10 UTM, además de la prohibición de conducir de por vida.
  • Muerte: pena de 3 años y 1 día hasta 5 años, multa de 11 a 20 UTM, comiso del vehículo, además de la prohibición de conducir de por vida.

La Ley Emilia tiene como objetivo entregar la conciencia necesaria acerca del peligro que representa manejar un vehículo después de haber bebido alcohol. Las consecuencias pueden ser fatídicas y afectar a un gran número de personas inocentes.

Por eso, debes sacar de la ecuación el alcohol cuando conduzcas para garantizar tu seguridad y de todos los que están involucrados en tu conducción.